29.4.18

Alejandra, niña triste de la ciudad, en tu aniversario


Oye, Alejandra, niña triste de la ciudad: acá van tus poemas, esos trozos condensados de tu angustia, que tú has decidido historiar.

Hoy cumples veinte años, y por eso te obsequias tus poemas vestidos de fiesta. Te has maquillado, puesto hermosa, y tus labios apagan veinte llamitas.

Pero la situación real es muy otra. ¡Alejandra! Has vestido de fiesta a tu sangre, a tu angustia. Tú no lo quieres, ¿verdad? Tú deseas escribir silenciosamente, esconderte, no mostrar los poemas a ser humano alguno.



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Texto: fragmento de la entrada, Diarios, 1956.
Imagen: fotografía de Pizarnik, autor y año desconocidos.

11.3.18

Escribir es darle sentido al sufrimiento



Escribir es darle sentido al sufrimiento.
He sufrido tanto que ya me expulsaron del otro mundo.
Escribir es querer darle algún sentido a nuestro sufrimiento.



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Texto: entrada del diario, noviembre de 1971 (Lumen, 2013).
Imagen: "Dar o tomar", Louise Bourgeois.

28.2.18

Yo estaba predestinada a nombrar las cosas...



Yo estaba predestinada a nombrar las cosas con nombres esenciales. Yo ya no existo y lo sé; lo que no sé es qué vive en lugar mío. Pierdo la razón si hablo, pierdo los años si callo. Un viento violento arrasó con todo. Y no haber podido hablar por todos aquellos que olvidaron el canto.



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Texto: fragmento de "Los poseídos entre lilas". 
Imagen: fotografía de Graciela Iturbide.

24.2.18

... la melancolía es, en suma, un problema musical


Creo que la melancolía es, en suma, un problema musical: una disonancia, un ritmo trastornado. Mientras afuera todo sucede con un ritmo vertiginoso de cascada, adentro hay una lentitud exhausta de gota de agua cayendo de tanto en tanto.



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Texto:  fragmento de "El espejo de la melancolía", La condesa Sangrienta.
Foto: Édouard Boubat.